SANTOS DE LOS ALTARES Y DE LA PUERTA DE AL LADO
No solamente celebramos la memoria de los santos reconocidos por la Iglesia, sino la de todos los que, terminado su camino, gozan de la gloria en el cielo. Igualmente, celebramos la memoria de los difuntos; no solamente a nuestros familiares y amigos difuntos, sino a todos los que han muerto. En la memoria de Dios están todos sus hijos.
Ellos, los santos, no son importantes por las cosas que hicieron –siendo importantes- sino porque se dejaron hacer por Dios.
No son figuras estáticas, sino creyentes con el dinamismo de la fe que vivieron amando a Dios y a los hermanos…
Son el mejor tesoro de la Iglesia, porque en medio de las dificultades que pasaron pusieron su confianza en el Señor y se mantuvieron fieles a su voluntad.
Alguien dijo que, para ser santo, no hay que hacer nada extraordinario. Basta con hacer extraordinariamente bien las cosas ordinarias.
EUCARISTÍA DIUMENGE XXXI (RESUM).
Amb els de catequesi d'infància, compartint el missatge de l'Evangeli que ens parla dels dos manaments inseparables: L'amor a Déu i l'amor a les persones. Agraïts al treball de retransmissio de Paco Durá:
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